Cheesecake crujiente de melocotón

Como un helado… pero mejor.
Crujiente como una galleta, refrescante como un helado, y tan fácil que querrás hacerla una y otra vez. Esta tarta combina lo mejor de un crumble y una cheesecake ligera, con fruta de temporada y una base “galleta” que también es cobertura.
Un postre ideal para el verano, perfecto tanto frío como tibio.
Ingredientes para un molde redondo de 18 cm
Base y cobertura (la misma masa):
175 g de harina (opcional sin gluten)
1 huevo pequeño
60 g de mantequilla fría
1 cucharadita de levadura tipo Royal
1 pizca de sal
70 g de azúcar
Vainilla natural al gusto
Relleno:
250 g de melocotón en trozos (preferiblemente fresco)
75 g de queso de untar
100 g de crème fraîche (crema fresca)
75 g de queso quark
100 g de yogur natural
1 huevo
Ralladura de limón ecológico
75 g de azúcar
30 g de maicena o harina
Vainilla natural al gusto
Preparación:
Base y cobertura: Procesa todos los ingredientes hasta obtener una masa quebrada tipo “galleta rota”. Divide la masa en dos. Usa una mitad para cubrir la base del molde presionando con un vaso plano.
Relleno: Mezcla todos los ingredientes excepto el melocotón hasta tener una masa homogénea. Luego añade el melocotón en trozos pequeños.
Vierte la mezcla sobre la base y reparte la otra mitad de la masa por encima, desmigándola con las manos.
Hornea a 165 ºC durante 40-50 minutos (vigila bien, cada horno es diferente).
Deja enfriar completamente. Puedes servirla tibia o bien fría, como un postre helado.
TIP: Admite distintas combinaciones de quesos frescos: prueba con ricotta, mascarpone o skyr para adaptar la textura y el sabor a tu gusto.